Venciendo la Tentación
Todos batallamos con la tentación. Muchas veces creemos que las diferentes situaciónes difíciles en nuestra vida vienen departe de Dios pero no es así. Cuando te encuentras en medio de la tentación, abre muy bien los ojos ya que esta es un arma que el enemigo usa para tumbarte y frenarte. Al enemigo le encanta todo lo que te casusa culpabilidad, verguenza y que no te permita volver a los pies de Jesús.
Caer en la tentación es un arma muy bien pensada del enemigo ya que vivimos en un mundo físico pero también espiritual. Estemos alertas a esas tentaciónes que nos alejan de Dios ya que sabemos muy bien que cuando caemos nuestros pensamientos instantaneamente nos dicen: “no eres digno” y nos cuesta mucho trabajo recordar el perdón de Dios.
Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.
Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie. Todo lo contrario, cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte.
(Santiago 1:12-15)
Quiero enfatizar que Dios no tienta a nadie, en ocasiones creemos que Dios nos esta probando de alguna forma pero no es así. Al contrario, El tiene un plan perfecto para tu vida, el cual definitivamente se puede alcanzar si le obedecemos y decidimos rendirme todas las áreas de nuestra vida que constantemente nos hacen tropezar y caer en la tentación.
¿Cómo puedo vencer la tentación?
No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
(1 Juan 2:15-16)
La Biblia nos dice que dejemos de amar las cosas de este mundo ya que nos podremos llenar de el pero comenzaremos a vaciarnos del Señor, ya que, si amamos al mundo, no tendremos el amor del Padre.
Tienes que entregarle ese pecado a Dios y comprometerte con El. Entrégale a Dios cada área de tu vida, hay esperanza para aquellos que creemos en el poder de Jesús! Su Palabra dice que cuando somos débiles somos fuertes en Él, Dios se compromete a pelear por nosotros si le buscamos de todo corazón, si realmente le entregamos esas áreas que nos hacen caer, recuerda que nuestra fe puede mover montañas, créele más a Dios que a tu pecado.
Por último, cuida mucho como reaccionas a la tentación, el enemigo siempre está observando esas situaciónes en donde caes y las usa para seguir condenandote y alejándote del Señor. No lo permitas!